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II Carta de Ernesto desde Nepal

“Namaste desde Nepal”
Hola de nuevo a todos desde el techo del mundo.
En el correo anterior os contaba cosas de la primera parte del viaje y ahora os hago una pequeña crónica de la segunda.
El inicio del trekking se hizo esperar. Hasta en tres ocasiones se suspendió el vuelo para ir a Jomsom donde teníamos previsto iniciar el trekking. Finalmente ganó el viento que soplaba en el valle del rio Kali Gandaki, el cañón más profundo del mundo al estar entre dos ochomiles – el Dhaulairi y el Annapurna I – que distan apenas treinta kilómetros entre ellos y tomamos una alternativa. Llegamos hasta el pueblo de Beni en autobús para ir hasta Tatopani en un miniautobus local que jamás hubiera sospechado pudiera circular por un camino que no merecía ese nombre, entre desprendimientos y precipicios donde, cada poco, cruzábamos con algún otro minibús loco con maniobras que eran atentados a la seguridad y el sentido común. En Tatopani recuperamos el pulso normal disfrutando de dos termas de agua caliente a 1200 m. desde dónde contemplábamos uno de los Nilhiri anaranjados a la puesta de sol. Dos jornadas de subida por paisajes asombrosos y cambiantes para ascender 2000 m. hasta Gorephani y Poon Hill a 3200 m. Este balcón a los Himalayas dicen que es uno de los paisajes más hermosos del mundo. Las siguientes jornadas nos conectaron con la ruta que baja del campamento base del Annapurna dejando el bosque de rododendros por los infinitos arrozales que tallan el Himalaya. Terminado el trekking un descanso en Pokhara a la orilla del lago, que refleja los grandes picos, antes de regresar a Katmandú. De camino a la capital visitamos Bandipur, un pueblo anclado en la edad media dónde la armonía y la amabilidad de sus habitantes seducen tanto como su belleza. Nos quedaban pocos días en Katmandú pero los aprovechamos muy bien. Nos hizo un diagnostico un médico tibetano a través de los pulsos, participamos en una sesión de iniciación al budismo y meditación tibetana, disfrutamos de un masaje ayurvédico e hicimos las últimas compras. De nuevo nos emocionamos en la despedida de la Fundación cuando las niñas bailaron de nuevo para nosotros. Tocaba ya regresar y entrar de nuevo en el ritmo de nuestra cotidianidad que después de este viaje se ve con una nueva perspectiva.
Un abrazo.
Ernesto.

Nota de Enri: si quereis ver las fotos que ha enviado con esta carta entrar en "album de fotos" que encontrareis a la derecha del blog de mascarat.es. Un besote